La finca Aubocassa (Albocasser) está en Mallorca (Islas Baleares) en el término de Manacor, al este de la isla, uno de los pocos lugares donde el sabor de la Mallorca agraria ha sabido perdurar a lo largo del tiempo.
Es una antigua heredad, ya citada en los documentos del s. XII en la que el paso de la historia ha ido dejando muestra de los distintos cultivos que han forjado el campo mallorquín. Los acebuches son testimonio inequívoco de su pasado oleícola; la bodega nos habla de su esplendor vitícola; los corrales y el frondoso redil de sesteo recuerdan su época ganadera; las antiguas cisternas de acumulación de agua de lluvia indican la filosofía de aprovechamiento del Mediterráneo; y los almendros, higueras y algarrobos son el sello agrícola de los siglos XIX y XX.
La pequeña iglesia de la finca ha sido testigo de esta evolución y preside junto a sus dos cipreses, el resurgir de los olivares y de un aceite insospechado.
Los suelos son calizos, formados por un hojaldre de lastras horizontales que guardan entre sí acumulaciones de arcillas fértiles. Las raíces aprovechan las fisuras para atravesar las lastras y exploran con avidez los sucesivos pisos.